Allá por el lejano 2005 vio la luz el libro “Adiestramiento Canino Cognitivo Emocional“, de Carlos Alfonso López García.
De alguna forma, considero este trabajo la transición entre 2 mundos, como una incipiente democracia que pide abrirse paso, pero que aún mantiene ciertas precauciones a la hora de cuestionar tiempos pasados.
Más allá de la conducta visible del perro
Casi una década después, concretamente en 2014, el mismo autor publicó “Tu perro piensa y te quiere, entrenar perros no es cómo te lo habían contado“. Esta segunda obra supuso un golpe encima de la mesa, al menos (y no es poca cosa) desde el punto de vista teórico.
Entrenar o influir en el comportamiento de un perro va mucho más allá de la conducta visible. Incluye tener en cuenta sus objetivos mentales para modificarlos o, si lo anterior fuera imposible, canalizarlos hacia otras conductas más “adecuadas”.
Análisis de 4 dimensiones
Sumado a lo anterior, este trabajo destaca que la conducta que observamos es únicamente la punta de un iceberg en cuya base interactúan 4 dimensiones: emoción, cognición, dimensión social y bienestar físico y fisiológico.
Por lo tanto, si queremos intervenir, modificar o gestionar de manera eficaz y respetuosa la conducta de un perro, es necesario evaluar estas 4 dimensiones y trabajar, en mayor o menor medida según el caso, sobre todas o algunas de ellas.
Más allá de interpretaciones y tendencias hacia una u otra forma de entrenar, el aspecto más relevante del enfoque plasmado en esta extensa obra es su sólida estructura científico / técnica.
En este sentido es importante remarcar que a menudo es necesario un amplio lapso de tiempo entre un descubrimiento científico y su aplicación práctica.
Los perros necesitan libertad
Bien. Pues ha sido en este 2019 cuando el adiestramiento cognitivo emocional, a través de su punta de lanza (Carlos Alfonso López García y su equipo de Educan), ha evidenciado la superación de esa trascendental barrera.
“Los perros necesitan libertad”, publicada a principios de año, es una obra que se compone de 3 extensos volúmenes centrados en la aplicación práctica de los citados planteamientos teórico / científicos.
Protocolos generales dirigidos a desarrollar la comunicación, el juego o la afectividad, entre otros muchos aspectos. Protocolos específicos para intervenir en cada una de las 4 dimensiones y solucionar conductas problemáticas asociadas. Técnicas, herramientas y recursos detallados de forma minuciosa.
Un trabajo en el que también destacan los extensos apartados dedicados a la deontologia y ética profesional, así como la importancia del trato ofrecido a los guías / tutores del perro, de forma que su adscripción a las pautas del tratamiento sea máximo, algo que, como todo profesional conoce de sobra, es de vital importancia para la resolución de un caso.
Se trata de un trabajo inmenso, pero en ningún caso un trabajo cerrado.
Tal como el propio autor señala, son los propios profesionales quienes deben aportar mediante su quehacer diario nuevos avances, mejoras, variaciones y adaptaciones de lo propuesto.
Un trabajo necesario
Como conclusión, considero que se trata de una aportación de gran valor para el sector de los profesionales que trabajan conductas problemáticas en el perro.
Una aportación que era necesaria, que se presenta sólida y actualizada a los tiempos (científicos y sociales), con planteamientos equilibrados, fundamentados y que huye de los extremos tan tristemente presentes hoy en día.
Quién esté interesado en adquirir estos manuales, puede hacerlo a través: EDITORIAL DOGALIA.
