Caminar seguro no es dejar de tener miedos, sino responder a ellos de una manera proporcional y adaptativa
Una alta sensibilidad, un incompleto proceso de socialización en los periodos críticos del cachorro o incluso factores de tipo genético suelen ser causas por las que un perro no adquiere los recursos suficientes para desenvolverse con seguridad en el día a día.
Ello genera el percibir amenazas en cada esquina y reaccionar a ellas de manera desproporcionada y desadaptativa, bien arremetiendo contra aquello que teme o bien huyendo de ello sin control alguno.
Con estas situaciones, además, el perro entra en un círculo de estrés y tensión acumulada que alimenta aún más la reactividad.
Las competencias emocionales que regulan la reactividad pueden entrenarse y mejorarse sustancialmente.
Por lo tanto, con nuestro programa específico “Quien dijo miedo”, tu perro aprenderá a afrontar los estímulos o situaciones que le generan miedo con un arsenal de eficaces herramientas que llevará consigo allí donde vaya.
Además, tú, como máximo referente de tu perro, aprenderás ofrecer un indispensable papel de respaldo, guiado y acompañamiento para que la superación de sus miedos se consolide en el tiempo.